viernes, 29 de junio de 2012

Eres el 'adiós' que nunca sabré decir.

Hoy le necesito. Abrazándome. Respirando el olor de su ropa. Escuchando su voz bajito, diciendo que no pasa nada... que él va a estar ahí siempre. Rozando cada poro de su piel. De esa que relaja pulsaciones. Y me calma. Se me olvidaban los problemas. Y hasta parecía fácil escalar montañas de vida con él. Sabía exactamente dónde tocarme, dónde besarme, dónde mirar... que me hiciera sentir mejor. Me gustaba sentarme en sus rodillas y llorar sin querer. Hablarle de la vida, sin que a veces escuchara una sola palabra mientras me besaba. Solíamos pensar que nuestro amor no acabaría nunca. Sólo sería un paréntesis, una vida nueva que se acaba cuando vuelve a empezar la nuestra. Y él me hablaba de amor... ay, amor. Cuánto tiempo juntos. Qué raro se está haciendo este paréntesis. Y qué largo. Y cuánto queda... Amor. Perdóname cuando te odie. Cuando no soporté tus caricias en otras pieles. Perdóname por ser feliz algunos ratos sin ti. Con otros labios. Mientras el tiempo pasa y tú y yo disfrutamos de la libertad. Perdona de ante mano mi manía de hacerme la fuerte. Hoy, le necesito. Mañana quizá no. Mañana puede que me pierda entre las sábanas de algún amor de invierno. Puede que sienta celos del aire y quiera salir a buscar refugio. Mañana puede ser el mejor día de mi vida, y quizá no me acuerde de él. Cuando encuentre la calma, cuando recupere la cordura... quizá si. Pero mientras no.

Como yo nadie te quiere.

¡Eh! ¡Tú! ¡Sí, tú, esta vez date por aludido! Porque si no lo haces de verdad que me rindo, porque ya no sé que hacer con esta asquerosa situación. Te quiero, ¿está bien? Te quiero, sí, yo a ti, sin intermediarios, sin idiotas que te hagan cambiar de opinión cada dos por tres...
¡Estoy harta! Sí, ya no puedo más. Si te ignoro, es porque quiero ver cómo reaccionas, quiero que me busques tú a mi, ya estoy harta de ser la tonta que te sigue allá donde el niño vaya. No me molestaría nada si me dices que no me quieres, no me importaría, aunque me matara por dentro me harías el favor más grande de mi vida, porque al menos podría saber que para ti no significa nada este estúpido juego que llevas conmigo.
¡Joder! Que no soy un juguete, mírame, me muevo sola, hablo, escucho, canto, bailo, escribo, dibujo y por suerte o por desgracia, también siento, ¿vale? No me puedes decir un día que me quieres y al día siguiente pasar hasta el puto culo de mí, porque aunque tú no lo entiendas, eso a mí me duele. Te juro que no quiero perderte, que te quiero muchísimo, me hace feliz el gesto más insignificante tuyo, pero no puedo más, así que por favor, ya, decídete.

Y si te vas, te juro que esto es el final.



''Te fuiste, como se van los días tristes, dejando algo que olvidar y algo que sentiste. Y me viste, mirando al suelo y sin decir ni mu, y volviste para secarme las lágrimas como si tú no sintieras nada más que cariño por mí, como si el cielo fuera azul para ti y para mí gris. De repente lo vi todo claro, el amor es tan caro como todos los regalos que te hice por San Valentín. A mi 'plin', si te vas ahora o si no vuelves. Mis muebles fueron tu elección, cógelos si quieres porque sin ti, chica, sobran, como sobran las palabras entre corazones que se agotan, como las agujas de un reloj, como mis ganas de seguir en pie cuando dijiste adiós. Adiós a casi todo, menos al recuerdo, adiós a tus remedios pa' calmar mis nervios, adiós a mis dedos jugando con tu pelo, adiós a mi Dios, este Ron sabe a tus celos, cómetelos tú solita ahora. Y cuando llueva demasiado, llórale a otro pavo al que no le importas ni te ama, yo sí te quiero y lo peor en el amor es que querer casi no sirve para nada. Y para nada me quedaré aquí, deja que me esfume, tú no me dejaste; tú te fuiste como de costumbre. Y si te vas te juro que no hay marcha atrás, y si te vas aunque busques no me encontrarás. No voy a olvidarte , el olvido te abrirá el corazón de par en par. Y si te vas te juro que esto es el final, y si te vas no vuelvas a llorarme más, quiero recordarte que aquello que se va te duele pero cicatriza igual. Te imagino en la cama con otro y respiro, veo tu rostro disfrutando de otro, se oyen gemidos y latidos, los míos acelerándose de nuevo, vendrá ansiedad echándote de menos. Y si es verdad que el amor real existe dime que todo es mentira tía y que nunca te fuiste. Guardo tus mentiras camufladas en cartas de amor, flor con espinas, sangra solo si la tocas con el corazón. Y la toqué porque tenía el toque que buscaba y hoy se marcha como un tren rumbo a la nada y mi almohada grita basta, el cigarro grita fuma y el alcohol me llama y me pregunta, ¿qué coño dirá de esto la luna? Son la una o las dos ¿qué coño le importa? Nadie, si ya sueño y duermo solo fijo, y que mañana también. Tan malo esto no, no te lo creas, tú no me dejaste por mi culpa, fue por mis mierdas. Y si te vas te juro que no hay marcha atrás, y si te vas aunque busques no me encontrarás. No voy a olvidarte, el olvido te abrirá el corazón de par en par. Y si te vas te juro que esto es el final y si te vas no vuelvas a llorarme más. Quiero recordarte que aquello que se va te duele pero cicatriza igual. Siento que el vacío inmenso está cada vez que miro alrededor y veo que no estás. Como un eco me recordarás si mañana nado entre la niebla. Tú me buscarás aunque no quieras y las noches pasarán ya que nade en la marea, ya que su odio me de, estoy en paz por qué nada es inmortal. Y aunque caiga seguiré, me reiré del ayer, seguiré de pie... Estoy acabado hablando con un vaso de ron cabrón, solo y encerrado como Scoffield en Break Prision, llorando al son de una canción de carretera. Yo seré poeta el día en que seas princesa y si supieras que tengo una estrella que me da fuerzas dejarías de picar a mi puerta para hablar mierda. De verdad, he llegado al punto de sudar no te voy a dar más que un "que te jodan" si te vas. Y si te vas te juro que no hay marcha atrás, y si te vas aunque busques no me encontrarás. No voy a olvidarte, el olvido te abrirá el corazón de par en par. Y si te vas te juro que esto es el final y si te vas no vuelvas a llorarme más. Quiero recordarte que aquello que se va te duele pero cicatriza igual. Si te vas vete, no vuelvas más. Si te vas...''

Diecisiete.

¿Y tú me hablas de quererle? ¿Y tú me hablas de preocuparte por él? ¿De estar pendiente de él 22 horas al día? Tú no sabes lo que es saber lo malo que piensa de ti y aún así perdonárselo. Tú no sabes lo que es perderle dos veces, y echarle de menos durante 47 días. Tú no sabes lo que es verle llorar, y tampoco has disfrutado de sus mejores carcajadas. Tú no sabes lo que es que tu felicidad dependa de su estado de ánimo.Tú no sabes lo que es estar pendiente de él no 24 horas al día, sino 25. Tú no sabes lo que es quererle ocho días a la semana, ni 13 meses al año. Tú no sabes lo que es alegrarte por él y joderte por él. Tú no sabes cómo se enfada, ni cómo ronca cuando duerme. Tú no sabes lo que es verle despertar y que te regale una sonrisa. Tú no sabes lo que es abrazarle y que te de igual que el mundo desaparezca. Tú no sabes lo que es depender de él; que si no está, no existes. Así que tú, no puedes hablarme de quererle, porque no sabes lo que es eso.

Solo yo cambiaría todo por ti.



¿De verdad quieres saber lo que me molesta? Pues, lo que me molesta, es que estés ahí frente a mí y no pueda hacer nada, porque cada vez que te miro es como que me entran ganas de decirte, ¿qué pasa, no me miras? Es verdad, ni siquiera te importo, como si no supieras que existo... y lo que más ignoras, es que te amo y sé que es amor de verdad, que de todas esas chicas yo te quiero el doble, que de siete días de la semana yo te quiero ocho, y que de doce meses que tiene un año yo te quiero toda una vida... y creéme cuando pueda decirte lo que siento, porque yo daría mi vida por ti y no es una exageración, porque si te pasara algo no me lo perdonaría nunca, que si estás triste yo también lo estoy, y ahora entiéndeme, porque cada vez que te veo me falta toda la puta tabla periódica y cada vez que sé que pasas de mí, el corazón se me hace pedazos... y si no me quieres, lo entiendo y quiero lo mejor para ti, pero me encantaría que me dieras un segundo para decirte que te quiero y que eres lo mejor de mi vida, aunque no sepas que estoy aquí.

Que pena que te tuve que olvidar.

-No sé cómo lo haces, pero cuanto más te quiere alguien, peor le tratas.
+A lo mejor es porque la gente que me decía que me quería es la que más daño me ha hecho. Tú no sabes lo que es estar con una persona que un día parece estar dispuesta a poner el mundo a tus pies y otro día no quiere ni mirarte a la cara.

No te vayas, perdóname.



Se aman en secreto, a escondidas. No tienen tiempo, ni fotos, ni tardes, ni siquiera planes. Sus caricias son desesperadas como las primeras, y tristes como las últimas. Hoy sin embargo no se abrazan. Él no puede elegirla, ella llora y nadie nunca lo sabe.